Aparatología Ortopédica

Aparatología Ortopédica; ¿Qué es y cuándo se usa?

 

Los aparatos dentales de ortopedia funcional son recursos especialmente diseñados que utilizan las fuerzas musculares biológicas del propio individuo para generar movimientos ortodónticos y corregir crecimiento y tamaño de los huesos maxilares, lo que en consecuencia ayuda a mejorar problemas de apiñamiento dental,  malposición dentaria, armonía de los huesos maxilares, entre muchos otros beneficios.

 

Los diseños de aparatología ortopédica son removibles y pueden producir cambios óseos o dentarios. Su aplicación es más precisa durante la etapa de recambio dental (dentición mixta). Es decir, son de especial utilidad en la etapa de crecimiento y desarrollo del paciente.

 

Son aparatos que pueden brindar muy buenos resultados y proveer un escenario ideal para un tratamiento de ortodoncia fija (frenos), en caso que el paciente llegue a requerirlo. Sin embargo, el éxito de éste dependerá en buena medida del compromiso de uso por parte del paciente.

 

Ventajas de los aparatos dentales de ortopedia funcional

 

  • Facilitan la adaptación del paciente a una posterior aplicación de ortodoncia con aparatología fija; reduciendo además el tiempo de duración de dicho tratamiento.
  • Es el único aparato que permite modificar y hacer crecer la mandíbula.
  • Como coincide con el pico de crecimiento, su etapa de mayor efectividad se produce durante la pubertad.

Tipos de aparatología ortopédica

 

  • Aparatos funcionales rígidos. También llamados de apoyo dental pasivo. Entre ellos se encuentran: Activador de Andersen-Häulp-Petrik; activador de Harvold y Woodside; activador de Herren; Bionaor de Balters; pistas planas; guías de protrusión de Sander.
  • Aparatos funcionales elásticos. O de apoyo dental activo. Aquí se ubican: Modelador elástico de Bimler; activador abierto elástico de Klammt y las placas selectivas de Carol
  • Aparatos de regulación de función. Su principal referente es el regulador de función de Fränkel.

En conclusión, los avances en esta área de la odontología nos permiten corregir malformaciones y problemas en tamaño de los huesos (huesos maxilares muy pequeños generan problemas de apiñamiento dental posteriormente), o discrepancia en tamaño (un maxilar menos o mas desarrollado que el otro). Lo importante es detectarlas a tiempo para poder utilizar el indicado, ya que son efectivos solo en la etapa de crecimiento del paciente.

 

Es por ello que en Clínica Dental Almanza Carrizo recomendamos los controles periódicos (cada 4 a 6 meses) en infantes y adolescentes con el fin de evaluar y monitorear el desarrollo correcto de los huesos, dientes y demás estructuras de la cavidad bucal. Una detección y tratamiento temprano de cualquier anomalía representan una enorme ventaja en la calidad de vida de nuestros pacientes. 

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